Durante ocho años frecuentaron el palacio los Reyes Católicos para
preparar y dirigir la campaña de Granada. Por aquella época asegura la
tradición –pues no hay testimonio escrito– que recibieron a Colón en 1486
para tratar de la gesta descubridora, encuentro escenificado en los
jardines por hieráticas esculturas. Durante sus estancias doña Isabel
cometió al menos un par de torpezas: desmontar la noria que elevaba agua
del río porque le molestaba su ruido para dormir, y privar a las
mujeres cordobesas de los bienes gananciales del matrimonio por
considerarlas unas holgazanas, al verlas ociosas ante el palacio
aguardando su aparición.
Los propios jardines recuerdan a los reales huéspedes con la dedicación
de una avenida de los Reyes, cuyas severas estatuas juegan al escondite
entre cipreses recortados como columnas vegetales.
Innumerables sensaciones despierta el alcázar, en fin, en los viajeros.
Fuente : cordobapedia.wikanda.es


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