Su rostro contiene toda la fuerza
expresiva, cuyos cabellos alborotados se entremezclan con las afiladas espinas de su corona que se adapta perfectamente a la talla. Destaca su policromía tremendamente intensa, de tonos verdosos, que le imprimen un carácter desgarrador.La imagen que ha sido considerada como una de las obras cumbres del artista hispalense y una de las más destacadas de la imaginería contemporánea en Córdoba.Imagen representativa de la fuerza creadora y del neobarroquismo propios de Francisco
Buiza, en la que nos muestra a Cristo, Varón de Dolores,en el momento del escarnio por parte de los sayones, una vez coronado de espinas.
Representa a Cristo en el momento en que es ultrajado, sentado. Con una valiente composición y cuidada anatomía, cubierta tan solo por un sudario de finos pliegues, en la que Buiza ha representado con detalle la musculatura y venas hinchadas por los golpes recibidos, así como los hematomas y regueros de sangre producidos por la flagelación que lo ha dejado abatido y sin apenas fuerzas, esas fuerzas que necesita para poder concluir con su misión en la Tierra y que parece pedir al Padre levantando su mirada hacia el cielo. Luce potencias de plata sobredorada por Díaz Roncero en 1.996.
Fuente Texto : Hermandad de la Merced
Representa a Cristo en el momento en que es ultrajado, sentado. Con una valiente composición y cuidada anatomía, cubierta tan solo por un sudario de finos pliegues, en la que Buiza ha representado con detalle la musculatura y venas hinchadas por los golpes recibidos, así como los hematomas y regueros de sangre producidos por la flagelación que lo ha dejado abatido y sin apenas fuerzas, esas fuerzas que necesita para poder concluir con su misión en la Tierra y que parece pedir al Padre levantando su mirada hacia el cielo. Luce potencias de plata sobredorada por Díaz Roncero en 1.996.
Fuente Texto : Hermandad de la Merced
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